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Mostrando entradas de noviembre, 2017

Los primeros sindicatos

El movimiento sindical es hoy un fenómeno gigantesco y complejo, que comprende centenares de millones de trabajadores. En casi todos los países es reconocido por los gobiernos, y aun allí donde se ha tratado de prohibirlo, reemplazándolo por organizaciones corporativas manejadas totalmente por el Estado que, a la vez, persigue duramente toda reivindicación de los trabajadores (como en España) nadie ignora la existencia de organizaciones sindicales clandestinas que dirigen, las luchas reivindicativas. No sólo están organizados sindicalmente los obreros, sino también los empleados, y en casi todas partes sus gremios forman parte de las centrales de trabajadores En los países más avanzados, los sindicatos poseen edificios propios, cooperativas, obras de asistencia médica, editan periódicos y revistas, sostienen escuelas sindicales, construyen viviendas, y en algunos casos tienen empresas propias que, a su vez, emplean asalariados. Los dirigentes sindicales son figuras públicas, sus opi

Ley Chapelier

Ley Le Chapelier, de junio de 1791 Siendo una de las bases de la Constitución francesa la anulación de toda especie de corporaciones de un mismo estado y profesión, se prohíbe restablecerlas con cualquier pretexto y en ninguna forma que sea… Los ciudadanos de un mismo estado y profesión, los contratistas, los que tienen tienda abierta, los obreros y demás, no podrán cuando se reúnan nombrar presidente, ni secretario, ni síndico, ni tener registro, ni tomar acuerdos o deliberaciones, ni formar reglamentos sobre sus pretendidos intereses comunes. Se prohíbe a los cuerpos administrativos y municipales recibir peticiones emanadas de un estado o profesión, ni responderlas… Si algunos ciudadanos de una misma profesión, arte u oficio tomasen acuerdos entre ellos, tendiendo a rechazar o fijar, de común concierto, un precio determinado para prestar el concurso de sus industrias o de sus trabajos, las dichas deliberaciones y convenios serán declarados anticonstitucionales, atentatorios a

La primera ley en favor del obrero: la ley de protección de la infancia

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Niños obreros a principios del S. XIX El primer movimiento obrero clandestino obliga al Parlamento inglés a dictar en 1802 la primera ley en favor del obrero, muy importante aunque a nosotros pueda parecemos exigua: la ley de protección de la infancia, que reduce a doce horas la jornada laboral de los niños menores de nueve años Cinco años después, en 1807, queda oficialmente (aunque no extraoficial mente) abolido el comercio de esclavos en el Imperio Británico. A continuación reproducimos las palabras de un parlamentario inglés a principios del siglo XIX. ¡Trabajo libre! ¿En qué sentido, que no sea absolutamente sofístico, se puede llamar libre al trabajo de los niños. obtenido por la fuerza de la miseria de sus padres, "consentido por su pobreza, no por su voluntad?..." Nos vemos en el deber de proclamar en voz alta que si de verdad el trabajo fuera libre el empleador compraría y el trabajador vendería algo que ni el primero tendría derecho a comprar ni el se

Movimiento obrero

El  movimiento de los trabajadores  es un movimiento político en el que los  trabajadores asalariados  se asocian, «temporal o permanentemente, con fines profesionales o también políticos, pero siempre en función de su naturaleza obrera», es decir, de su condición de «persona que vende su  fuerza de trabajo  a otra, llamada  capitalista , que posee los  medios de producción  y que es también dueña de los  bienes producidos ». Los  tejedores  ingleses, antiguos  artesanos , se organizaron en  cofradías  o  hermandades  que tomaban el modelo de los  gremios  medievales. Estas cofradías agrupaban a los  trabajadores  que se  asociaban para ayudarse mutuamente . Aunque este movimiento no cuestionaba la  industrialización , sino que reclamaba mejoras en las condiciones laborales, las primeras manifestaciones del movimiento obrero se plasmaron en el  ludismo : la destrucción de máquinas, a las cuales se las responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano.